A 30 millas de Castellón. 4.419 Ha. Declarado en 1988. Ver Mapa
Es un archipiélago de origen volcánico, el más importante del Mediterráneo español, formado por 4 grupos de islas o islotes. En total ocupa unas 19 Ha emergidas con una longitud máxima de 5 millas. La isla Grossa tiene ella sola una superficie de 14 Ha y es la única habitada con un faro en su máxima altura, 67 m. El islote de Carallot es una chimenea volcánica de 32 m de altura. El archipiélago se asienta sobre una plataforma a 80 m de profundidad.
La presencia humana fue devastadora para la fauna y flora originales (se quemaron las islas principales para acabar con las víboras y se introdujeron animales domésticos), de la que aún se conservan algunos ejemplares endémicos como la alfalfa arbórea y el mastuerzo marino. La pardela cenicienta, el cormorán moñudo y el halcón de Eleonor nidifican y son lugar de paso de multitud de aves migratorias. Pero es en el agua donde se encuentran sus mayores riquezas: su complicada topografía es un verdadero santuario para tantas especies sobreexplotadas, con singularidades como el coral rojo y el alga laminaria rodriguezi.
Sus cuevas y escondrijos fueron siempre un refugio de contrabandistas y piratas, hasta mediado del s.XIX en que se construyó el faro. Hasta 1975 hubo población estable en el mismo. Fueron utilizadas como campo de tiro por las Fuerzas Armadas, lo que unido a la pesca furtiva y las visitas incontroladas produjeron un enorme deterioro del entorno y la desaparición de algunas especies endémicas, como la víbora de Columbretes (los romanos las denominaron Colubraria, por su abundancia en ellas).
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