Asturias, Cantabria y Castilla y León. 64.660 Ha. El Parque se reparte entre 10 municipios con un total de 15.500 habitantes. Ver Mapa
Grandioso resultado de los plegamientos alpinos de hace más de 300 millones de años los Picos de Europa presentan la mayor formación caliza de la Europa Atlántica, con importantes procesos erosivos, simas que llegan a los –1.000 m, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos: es el Parque más emblemático de toda la cordillera Cantábrica que tiene sus hitos en Torrecerredo de 2.648 m, la Peña Santa de Castilla, de 2.596 m y en el Naranjo de Bulnes de 2.519 m. Los Picos se dividen en tres macizos principales, siendo el occidental el de la montaña de Covadonga, primer Parque nacional de España declarado en 1918,
La combinación de elevadas cumbres y paredes inaccesibles y tupidos bosques a sus pies, permite una gran diversidad faunística desde el lobo al corzo y rebeco, águila real, alimoche, buitre o urogallo. En los lagos de Enol y Covadonga, ánades reales y fochas. En los ríos, el salmón, la trucha y el tritón alpino. En la actualidad hay en marcha diversos planes conservacionistas de especies en peligro como el lobo, rebeco, urogallo o quebrantahuesos, así como del ganado autóctono, base imprescindible para el desarrollo sostenible de los pueblos del parque.
Existen más de 4.000 cavidades exploradas en los Picos de Europa, predominando las de desarrollo vertical, y todas ellas formadas a causa de la acción del agua sobre la caliza. Destaca la Torca del Cerro, una profunda, sinuosa y angosta sima de más de 1.500 m de profundidad que desciende casi vertical. Los picos de Europa tienen más del 10% del catálogo de simas profundas existentes en todo el continente.
