Huesca. Municipios de Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin, Torla y Broto. 15.608 Ha. Ver Mapa
Es un espectacular conjunto de valles glaciares dominados por las alturas del Monte Perdido (3.355 m). El geográfo Schrader lo denominó “inmenso poema geológico”, pues en él puede leerse, como en un libro abierto, la historia de la formación de los Pirineos. Es el más importante macizo calcáreo europeo y posee lagos glaciares y extraordinarios fenómenos erosivos de tipo kárstico, grutas, simas y surgencias. Desde sus alturas el Río Arazas se despeña en multitud de cascadas siendo la más impresionantes la de las gradas de Soaso y la “cola del caballo”
Las diferencias microclimáticas del parque hacen posible todo tipo de vegetación, con representación de la mediterránea, la alpina, la atlántica y la continental. Destacan sus extensos bosques de hayas, abetos y pinos. Ordesa atesora más de 100 endemismos protegidos. La fauna tiene entre sus animales más representativos el sarrio o rebeco pirenaico. Buitres leonados, águilas reales y quebrantahuesos (con un plan especial de protección y recuperación) surcan sus cielos mientras marmotas y desmán de los Pirineos viven en sus limpios arroyos.
Es, con el de la Montaña de Covadonga, el primer Parque Nacional declarado en España en 1918. En 1982 se amplió con al cañón de Añisclo, las gargantas de Escuain y el macizo de Monte Perdido. El poblamiento humano se remonta al paleolítico, al menos hasta 40.000 años, y su aislamiento y la dureza del clima han permitido la supervivencia de los tesoros naturales de Ordesa y Monte Perdido. Es al mismo tiempo un espacio muy humanizado por la actuvidad humana, con la ganadería como ocupación principal, y, aún hoy, importante; una arquitectura con elementos diferenciados de la propia del Alto Aragón y unos usos lingüísticos y culturales peculiares.