Se sitúa dentro de la comarca gerundense de L'Alt Empordà y pertenece a 8 municipios. Su extensión es de 13.886 ha y fue declarado en 1998. Ver Mapa
Se trata de la última y más oriental de las estribaciones pirenaicas, prolongación de la vecina sierra de Albera que va a desplomarse espectacularmente en el mar. El cabo forma una península de perfiles aserrados y terreno montañoso muy abrupto, aunque las alturas sean moderadas. La zona está surcada por numerosas torrenteras. el litoral queda accidentado por escolleras, farallones y cantiles que cobijan pequeñas calas. El viento de tramontana que influye sobre el clima mediterráneo del Cap de Creus hace que el registro de precipitaciones del parque pueda elevarse hasta los 800 mm anuales.
Esta zona se caracteriza por la escasez de arbolado. Los otrora campos cultivados están actualmente cubiertos por los matorrales típicos de los medios silíceos, sobre todo jaras y brezos. la presencia de alcornoques y encinas (hoy en día muy mermada), queda reducida a las zonas húmedas del interior de la península, protegidas del viento. Si bien la fauna no alada es escasa, debido a los sucesivos incendios, la presencia de las aves es muy significativa, en la que destacan la cogujada común, el pardillo y la perdiz roja. En cuanto al fondo marino, el cabo de Creus cuenta con uno de los mejores coralíferos del Mediterráneo, además de una población estable de defín mular y la presencia estacional de túnidos, tiburón peregrino, etc.
Destaca su rico patrimonio arquitectónico, cuyo punto culminante está representado por el monasterio de Sant Pere de Rodes, además del interés de los yacimientos arqueológicos terrestres y marinos y de los parajes dalinianos de Portlligat.