Sus 32.056 ha abarcan ocho municipios al Sureste de la provincia de Córdoba. Fue declarado en 1989. Ver Mapa
El Parque forma parte de la Cordillera Bética, y el elemento más característico de esta zona de montaña es el modelado kárstico de su roca caliza. El terreno, de fuertes pendientes y elevaciones, se alza sobre bellos y estrechos valles. En su interior se encuentra el pico más alto de Córdoba, la Tiñosa, con 1.570 m.
La vegetación es rica en encinas y quejigos, dándose también los arces y los almeces. Existen además numerosas especies endémicas (ibéricas, norteafricanas, béticas y locales), y de otras cuyas floraciones se suceden a lo largo del año, como los lirios, los narcisos, las orquídeas o las peonías, y junto a ellas, arbustos como el lentisco y el acebuche. En cuanto a la fauna, un gran número de buitres leonados y águilas (reales y perdiceras), sobrevuelan las montañas, así como gavilanes, halcones peregrinos, búhos reales, etc., y en suelo, mamíferos como el jabalí, la liebre, el conejo, el lirón o el zorro.
Desde el Picacho, (1.217 m), también conocido como “Balcón de Andalucía”, se obtiene una impresionante panorámica de la Subbética y, en días despejados, hasta de Sierra Nevada. En la Cueva de los Murciélgos se han hallado pinturas rupestres datadas en el período neolítico. Varias de las poblaciones actuales, como Cabra, Carcabuey e Iznájar, crecieron sobre antiguos asentamientos romanos, prosperaron bajo la dominación árabe y posteriormente, durante la Reconquista, se erigieron en centros defensivos castellanos,