La víspera de fin de año, los vecinos se dirigen al bosque donde talan un pino que trasladan en una carreta de bueyes al pueblo. Tras la apoteosis en la Plaza Mayor, se traslada el pino a la puerta de la Iglesia donde se llevan a cabo danzas tradicionales, y se engalana con guirnaldas y manzanas. Finalmente se cuelga boca abajo frente al altar hasta el día de Reyes, cuando se reparten las ramas entre la población. |